NO A LA REFORMA DE LA LEY DEL ABORTO


 



 

La actual legislación española se asemeja a la de la mayoría de países de nuestro entorno, en los que se regula la interrupción del embarazo como un derecho ajustado a unos determinados plazos, frente a la que quiere imponer el Sr. Gallardón basada en determinados supuestos, la que teníamos  en nuestro país con anterioridad al 2010.

 Durante 25 años esa legislación causó inseguridad jurídica a mujeres y profesionales, puso en cuestión la capacidad de decisión de las mujeres al poner en manos de terceros (médicos y/o jueces) que eran quienes, en última instancia, decidían si el caso concreto se ajustaba o no a los supuestos de despenalización.

Incluso la ONU ha reconocido que los derechos sexuales y reproductivos son parte integrante, inalienable e indivisible de los derechos humanos universales. Los derechos humanos de las mujeres incluyen el derecho a tener el control, a decidir libre y responsablemente sobre su sexualidad, incluida la salud sexual y reproductiva, libres de presiones, discriminación y violencia.

El señor Gallardón, en connivencia con el ala más radicalizada de la Iglesia católica con el cardenal Rouco Varela al frente, quiere imponer, con la nueva reforma de la Ley del aborto, su pensamiento reaccionario y clerical. Pretende volver al aborto bajo prescripción médica, y no acepta como causa las malformaciones del feto, aunque estas sean muy graves.  Afirma que el cambio de regulación supondrá “mayor protección para la vida en gestación”, pero lo que esconde estas palabras es que el aborto dejará de ser un derecho para ser un delito penado y sometido a un procedimiento criminal. Las mujeres que tengan dinero, se irán al extranjero. Las que no lo tengan,  abortarán en España en condiciones inseguras y poniendo en peligro su salud. Desgraciadamente en este segundo grupo cada vez será más numeroso, ya que la mal llamada crisis, está golpeando de una manera más cruel si cabe a las mujeres.

Otro de los aspectos que el ministro de Justicia pretende cambiar es la edad a la que acceder sin tutela a la interrupción del embarazo. Actualmente, para las mujeres de 16 y 17 años, deben de informar al menos a uno de los progenitores, salvo cuando la menor alegue fundadamente que esto le provocará un conflicto grave, violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos, o se produzca una situación de desarraigo o desamparo.

 Con la nueva propuesta gubernamental, estas menores en situaciones de conflicto estarán totalmente desprotegidas frente a un embarazo no deseado. Creemos que niñas y niños tienen derecho a venir a este mundo siendo deseados, queridos, con garantías de que podrán ser cuidados y educados como merecen y como resultado de una decisión libre y responsable. Decidir si se trae o no un hijo/a al mundo es una decisión de gran trascendencia en la vida de una mujer y de los nacidos/as.

Expresamos nuestro más profundo rechazo a las reformas que anuncia el gobierno ya que significan un importante retroceso en los derechos sexuales y reproductivos, en los derechos humanos de las mujeres que nos sitúa junto a las regulaciones más restrictivas de la UE (Irlanda, Polonia, Malta).

Resulta inútil pretender dar una protección ilimitada a una vida que se está gestando, criminalizando y desconsiderando de forma absoluta la decisión de las mujeres que albergan esa vida. Pero además es un contrasentido, es totalmente ineficaz, pues el número de abortos sólo disminuirá cuando lo haga el de embarazos no deseados, objetivo que se consigue con educación y medios, no con privación de éstos y represión.

Queremos recordarle a los sectores más conservadores y reaccionarios de nuestra sociedad que lo que las mujeres nunca olvidamos es nuestro derecho a decidir y que las mujeres no pedimos favores, exigimos derechos.

Consideramos, y por tanto exigimos, que la interrupción voluntaria del embarazo se tiene que realizar en condiciones de libertad, seguridad, legalidad y gratuidad. Por ello seguimos reclamando una maternidad libre y responsable y un aborto seguro.

 

Fdo. Grupo de Mujeres de A.V. Zarzaquemada.

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