Por la integración y la convivencia en nuestra ciudad
Todos los días leemos o escuchamos noticias sobre las
consecuencias que la crisis económica y las políticas de austeridad están
produciendo en nuestra sociedad. Los datos son escalofriantes: España supera
los 6 millones de parados, se han producido 216.418 desahucios judicializados
en los últimos cuatro años, la tasa de pobreza en España se sitúa en un 21,8%
una de las más elevadas de la Unión Europea... datos que se nos escapan y que
nos acostumbramos a escuchar y a manejar en el imaginario colectivo, olvidando
que tras los mismos hay personas con nombre y apellidos y, con una historia que
nos acerca a la realidad del drama que viven cada día más personas.
Por eso un grupo de entidades de
diferentes ámbitos que llevamos años desarrollando en Leganés un trabajo
intenso con el objetivo de favorecer la integración y la convivencia en nuestra
ciudad, queremos dar a conocer el testimonio de personas para que los datos y
las cifras adquieran vida en rostros humanos, marcados muchas veces por la
incomprensión, la desesperación y el olvido.
Lo que sabe y lo que no entiende Abderrahim…
Abderrahim lleva 20 años en España, casi la mitad de su
vida. Aquí ha trabajado y ha creado su familia, compuesta por su mujer, que
como él vino de Marruecos,dos chicas y dos chicos de entre 16 y 6 años, todos
nacidos aquí. Sabe mucho de España y aprendió pronto a hablar español, aunque
ya traía más que nociones cuando llegó a Madrid a principios de 1991.Sabe
muchas cosas de España, pero hay cosas que no entiende como, por ejemplo, por
qué hoy no tiene la nacionalidad española, a diferencia desu mujer y sus cuatro
hijos, o por qué la administración le aplica una normativa laboral que no es
igual si eres de aquí o has nacido en otro país.
Abderrahim es una más de los cientos de personas de origen
extranjero que tienen abierto un expediente sancionatorio por haber salido del
país mientras cobraba su prestación por desempleo. Le han suspendido la
prestación en mayo de 2012 cuando le quedaban aún ocho meses de percepción y le
reclaman la devolución de 7.000 €.
Él ha recurrido primero administrativamente y luego al
juzgado de lo social, que ha fijado la vista de su caso ¡para octubre de 2013!
Ha recurrido porque confía en el estado de derecho y en la justicia y porque
acata las leyes igual que cualquier ciudadano español, a pesar de haber tenido que soportar frases
como la de una funcionaria del INEM, quien ante sus reclamaciones le espetó: “si no estás conforme con la situación, ¿por
qué no te vuelves a tu país?”.
Entretanto, Abderrahim sobrevive de los trabajos puntuales
que realiza su mujer, de los ahorros familiares que ya prácticamente han
agotado y de la ayuda y de la solidaridad de otros familiares y amigos, con lo
que consigue pagar el alquiler y los servicios de su vivienda.
Sabe que el Tribunal Supremo acaba de avalar (11/12/2012)
una sentencia que “unifica doctrina” sobre los beneficiarios no españoles de
prestaciones por desempleo y que permite a una persona residente en España
viajar al extranjero hasta 90 días sin perder el derecho a cobrar el paro. Y se
ha alegrado, pero no entiende por qué él seguirá sin recibir lo que es suyo por
derecho hasta que un juzgado lo ratifique en octubre de 2013.
Abderrahim tiene a todos sus hermanos en España; sin
embargo, sus padres –ya ancianos– viven solos en Tánger. Por este motivo,
decidieron organizarse para ir a visitar de vez en cuando a sus progenitores y
atender así sus necesidades más inmediatas. Entre agosto de 2011 y marzo de
2012, él fue a Marruecos en viajes rápidos y siempre de menos de seis días de
duración, pero cometió el pecado de
no informar puntualmente de ello al Servicio de Empleo, salvo en su última
salida, lo que propició que le abrieran expediente, al comprobar que en las
cinco anteriores no había solicitado permiso.
Ahora sabe cuál es el procedimiento, pero no entiende por
qué la administración se ensaña de este modo con él y con su familia. No es la
primera vez que ocurre. Abderrahim perdió su empleo en 2009; permaneció en él
durante 15 años como conductor en una empresa de Mercamadrid que dejó de
pagarle parte de sus salarios desde 2007. Cuando finalmente es despedido, la
empresa se declara en quiebra y Abderrahim tarda otro año en ganar un juicio
que le reconoce una deuda importantea su favor en concepto de atrasos salariales
y de indemnización. Todavía no ha visto un euro de ese dinero y ya le han dicho
que sólo percibirá una parte del mismo correspondiente al FOGASA (Fondo de
Garantía Salarial)[1].
Durante ese año de juicio, el servicio público de empleo no le tramitó la
prestación por desempleo, alegando que su situación estaba pendiente de
resolución judicial.No empezó a cobrarel paro hasta diciembre de 2010.
Él quisiera que las cosas fueran como cuando llegó a España
en 1991, cuando un extranjero que llegaba al país podía ser turista, trabajador
o estudiante: “Entonces no había tantos problemas; yo vine sin visado, como
turista, con un sello de tres meses. Me hicieron una propuesta de trabajo en la
construcción y con ella tramité los permisos de residencia y trabajo. No tuve
ningún problema para conseguir los papeles ni para empezar a trabajar”. Después
de tantos años, con la familia formada y asentada en España, pagando impuestos
y cumpliendo con todas sus obligaciones como cualquier ciudadano español, no
entiende por qué le siguen considerando y tratando como un extraño.
Abderrahim se expresa con tranquilidad, sin ira, y su rostro
denota la dignidad que no han conseguido quebrarle a pesar de lasdificultades
que viene enfrentando. Sabe que desesperarse equivale también a la derrota,
sabe que ganará porque tiene la razón, aunque también sabe que no tiene
recursos para seguir aguantando por más tiempo esta situación que ya dura años.
Lo que no entiende es por qué las cosas se demoran tanto; por qué han tardado
cuatro meses en Servicios Sociales para al final negarle la Renta Mínima de
Inserción, alegando su problema pendiente con el INEM; tampoco entiende por qué
no le han concedido la nacionalidad española, como a su mujer y a sus cuatro
hijos, cuando la tramitó al mismo tiempo que ella… Pero sin duda, lo que más le
ha indignado de todo ha sido oír en una oficina de la Seguridad Social cuando
fue a registrar hace poco el DNI de sus hijos –incluidos en su cartilla– que él
ya no tenía derecho a la atención sanitaria y que sus hijos tampoco.
Lo primero para él, como para casi todo el mundo, es su
familia.Y pueden aguantarse muchas penalidades y sacrificios para sacarla
adelante, pero no tanta injusticia. No pide nada que no le corresponda por
derecho, que no se hayan ganado a pulso él y su mujer con su esfuerzode años.
Ambos lehan dado mucho a este país; sus hijos nacieron incluso aquí. Son
marroquíes, son españoles. Pero sobre todo son personas en riesgo de exclusión
que no se verían en estascircunstancias si las administraciones –incluida la de
Justicia– hubiesen funcionado debidamente y cumplido unos plazos razonables.
¿Hasta cuándo consideraremos aAbderrahim extranjero? ¿Cuándo
podrá ser sin más ciudadano, vecino, con los mismos derechos y
obligaciones que cualquier otra persona? ¿Por qué lo estamos orillando hacia el
abismo de la exclusión social?
Una sociedad mide su calidad democrática, entre otros
factores, por la capacidad de respuesta que demuestra a la hora de garantizar
los derechos de sus ciudadanos, especialmente los de los más desprotegidos. Si
muchos lo saben, ¿por qué para algunos es tan difícil de entender?
Algunos datos de interés…
Encuesta Regional de
Inmigración (2012) de la Comunidad de Madrid, realizada por la Dirección
General de Inmigración de la Consejería de Asuntos Sociales.
Consultar aquí: http://goo.gl/eBSk2
·
TIEMPO DE
RESIDENCIA. Más de un tercio de la población marroquí que hoy reside en la
C.M. llegó antes del año 2000. Se trata, junto con los ecuatorianos, del colectivo
nacional que más tiempo lleva viviendo entre nosotros. Casi el 73% de las
personas extranjeras de la C.M. llegaron a partir del año 2000.
·
DESEMPLEO.
En la actualidad, solamente una de cada tres personas marroquíes tiene empleo.
El 55% declara estar desempleada, siendo el colectivo nacional con mayor índice
de desempleo.
·
TIPO DE
TRABAJO. Entre las personas marroquíes que tienen trabajo, un 11,5% lo
hacen por cuenta propia y un 88,5% como asalariadas.
·
REMESAS.
Entre los colectivos de mayor representación en la Comunidad de Madrid, el
marroquí es el que menos remesas envía a su país (sólo lo hacen regularmente el
16,5%). Este dato se relaciona, por una parte, con el grado de renta disponible
(a mayores ingresos, mayores envíos) y, por otra, con la antigüedad en el país
(la inmigración más reciente envía más remesas que los que llevan más tiempo
fuera).
·
RETORNO.
Junto con la población de origen búlgaro, los marroquíes son el colectivo
nacional que en mayor porcentaje (46%) expresa su intención de “establecerse en
España” y los que menor intención declaran de retornar a su país (sólo el 21%).
·
NACIONALIZACIÓN.
Entre 2000 y 2011, se ha concedido la nacionalidad española a 2.111 personas de
origen marroquí, equivalente al 2,4% de los residentes marroquíes en la Comunidad
de Madrid. Con un número y porcentaje similar de nacionales (entorno al 8,5%),
Ecuador ha obtenido en el mismo período la nacionalidad española de 11.398
ecuatorianos, equivalente al 11,5% de los residentes de este país en la
Comunidad de Madrid.
Asociación Tidighine.
[1]La
cantidad máxima a abonar por el Fondo de Garantía Salarial, es la que resulta
de multiplicar el doble del salario mínimo interprofesional diario, con
prorrateo de pagas extras, por el número de días pendientes de pago, con un
máximo de ciento veinte días.
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